Duelo de lunes por la tarde

-Me voy -dice Diego. Yo siento un frío helado recorrer mi cuerpo de pies a cabeza.

-Me voy a recorrer nuevos mundos, a sentirme libre, a llevar mi música a todos los oídos, a volar lejos y encontrarme de nuevo.

- ¿Te golpeaste la cabeza? Sos un hombre de familia con un chorro de años encima y un hijo que debemos terminar de criar. Entiendo lo de perseguir los sueños y encontrar propósito en esta vida, pero ¿qué me estás queriendo decir? ¿Te dio la mid-life crisis?  - dice Elena.

-Tengo sed de mundo, Elena. La vida es un ratico y cuando menos lo esperamos, ¡fuácata!

- ¿Sé que tengo mis locuras, mi pasado y mis demonios, ¿pero acaso de eso no se trata la vida? ¿De ser fuertes el uno por el otro? Vos sos mi fortaleza, mi roble, mi paz, sin vos puedo ser madre y mujer, pero jamás al mismo nivel. Yo te ofrezco mi corazón, mis sueños, mi ternura y mis manos para jalar juntos este yunque, parejito, lado a lado. ¿Acaso no es suficiente?

-Elena pará, no llorés que se complica todo. Sos una chica sin igual, medio loca, medio alegre, medio triste, medio sueño, pero la rutina nos ha consumido, pasamos de ser fuego a témpano de hielo, nos consumieron las responsabilidades de ser adultos: los pagos, compromisos, la cocinadera, el trabajo. Lo de nosotros se apagó. Solo sé que mi instinto primario de nómada me llama. Necesito conquistar el mundo y dejar huella en cada puerto. ¡Eso es vida!

Elena se desploma al piso, siente su corazón detenerse, siente que la vida se le escapa, que esto es el chiste de peor gusto que ha presenciado.

- ¿Le vas a contar a Gabriel por lo menos? Tu hijo tiene derecho a saber que lo estás dejando.

-En su debido momento anunciaré mi partida. Ya encontrará otro padre, otra figura menos tosca y más lleno de mimos y detalles. Creo que no nací para ser papá.

-Ser papá se aprende, no viene con manual de instrucciones. Y para ser pareja no vale sólo ser maduro, se requiere esfuerzo, sacrificio, ser auténtico y transparente, cualidades que no estoy distinguiendo en vos. Pero andá, sé libre, recorré los 7 mares y ojalá encontrés lo que tanto buscás. 

Siento por dentro que debo recoger mis añicos y los de Gabriel con una palita, los sueños rotos y las promesas sin cumplir. Nos haré una coraza tan grande y fuerte que sea impenetrable. 

- Quizás los zapatos de este rol te quedaron grandes Diego, pero yo a vos no te hago lo mismo y eso nos hace dos calidades de personas distintas.

-Elena, no dejés tu felicidad en mis manos, suficiente tengo ya con este saco de historias que cargo. Considera que hay memorias que se olvidan y otras que se las lleva el viento. No te estanqués con mi memoria.

-Andate, no me hablés nunca más.









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